CIRUGÍA ORAL

Dentro de nuestra especialidad, la Cirugía Oral constituye una parte muy importante, por el gran número de pacientes  que deben ser atendidos y por la trascendencia de la patología que tratamos, que se detalla a continuación.

Sin ninguna duda, es una de las patologías más frecuentes de la cavidad oral y de los maxilares.
El cuadro clínico más habitual causado por el tercer molar, tanto superior como inferior, es el denominado pericoronaritis, que es un proceso inflamatorio e infeccioso de los tejidos blandos que rodean al cordal. Normalmente, necesita un tratamiento médico y posteriormente, tras desaparecer en proceso inflamatorio agudo, en numerosas ocasiones está indicada la extracción del cordal.
Otras indicaciones para realizar la extracción de los cordales son la presencia de caries o patología inflamatoria en los mismos o en el molar anterior, la presencia de un quiste u otra lesión que lo involucre y la indicación del ortodoncista durante un tratamiento o al finalizarlo.

La inclusión más frecuente, tras la del cordal, es la de los caninos superiores. Cuando se decide tratarlos, hay diferentes opciones, entre las que se encuentran la extracción y la reposición en la arcada mediante un tratamiento combinado de cirugía (exposición quirúrgica y colocación de un bracket u otro dispositivo) y ortodoncia (tracción del canino hasta la arcada dentaria).
Podemos encontrar otras inclusiones dentarias, que pueden afectar a cualquier diente o molar, cuyo tratamiento es básicamente el mismo que el de los caninos incluidos: abstención de terapéutica, extracción quirúrgica o la exposición y tracción ortodóncica.

La principal causa de infecciones de los maxilares y de los tejidos blandos de la cavidad oral y de la cara es la patología de los dientes y molares. Efectivamente, a partir de un diente con caries, de un resto radicular o de un diente con movilidad y patología periodontal, puede diseminarse una infección a los tejidos blandos de la cavidad oral y, secundariamente, del cuello y de la cara. Esta patología infecciosa que afecta a los tejidos blandos es la que se conoce como celulitis facial o cervicofacial de origen dentario.
El tratamiento de esta patología tiene una doble faceta. Por una parte hay que tratar el proceso inflamatorio agudo y por otra parte la causa del mismo. En el tratamiento de la patología inflamatoria aguda tiene especial relevancia la medicación antibiótica y antiinflamatoria y en determinados casos, en los que se ha desarrollado un absceso, tiene especial importancia el tratamiento quirúrgico para el drenaje de la colección de pus. Al mismo tiempo o en una segunda fase se debe realizar el tratamiento del foco causante. Unas veces, se indicará la extracción del diente o dientes involucrados, mientras que en otras ocasiones decidiremos proponer cualquier tratamiento conservador, como por ejemplo la endodoncia.
Cuando la patología infecciosa tiene especial relevancia, con presencia de algunos síntomas de alarma, se decidirá realizar el tratamiento del paciente en un hospital.

En primer lugar, debemos aclarar que los quistes que asientan en el maxilar y en la mandíbula no son tumores, aunque muchas veces se comporten como un tumor de carácter benigno.

Hay diferentes tipos de quistes, cada uno de los cuales tiene unas características bien definidas, cuyo diagnóstico definitivo sólo se alcanza mediante el estudio anatomopatológico. El tratamiento y el seguimiento de cada quiste es diferente, dependiendo de la sospecha diagnóstica inicial, del estudio de  extensión realizado con la radiología y de su confirmación diagnóstica definitiva.

En la mandíbula y en el maxilar superior pueden desarrollarse un gran número de distintos tumores, siendo la mayoría de ellos benignos.
De igual forma que con los quistes de los maxilares, el tratamiento definitivo que propongamos al paciente va a depender de un diagnóstico anatomopatológico preciso, para lo cual, en numerosas ocasiones, recurriremos a una biopsia, realizada con anestesia local. En función de este diagnóstico, el tratamiento puede limitarse a una extirpación simple con anestesia local, o necesitar un procedimiento más complejo de extirpación y reconstrucción con anestesia general

Como su nombre indica, es la cirugía que se realiza para facilitar la construcción de una prótesis dentaria, fija o removible.
Hay múltiples técnicas quirúrgicas desarrolladas con este objetivo, tales como la eliminación de las irregularidades del hueso del maxilar o la mandíbula, con objeto de permitir una adecuada adaptación no dolorosa de la prótesis dentaria, intervención que se conoce como regularización ósea. Otro ejemplo sería la eliminación de las excrecencias de hueso conocidas como torus mandibulares o palatinos

Las lesiones blancas que aparecen en la mucosa de los tejidos intraorales, como pueden ser la lengua, mejillas o los labios, son un motivo frecuente de consulta y preocupación para los pacientes, ya que una proporción muy pequeña de las mismas puede malignizarse.
Dentro de este tipo de lesiones, probablemente las más frecuentes son las leucoplasias, el líquen plano oral y la queratosis actínica labial. Cada una de ellas tiene su enfoque diagnóstico y terapéutico específico, aunque llegar a un diagnóstico de certeza, mediante una biopsia, es un procedimiento imprescindible en numerosas ocasiones.